EL COMIENZO VERDADERO


     El nombre Impala fue usado por primera vez en 1956, en un dram car     
 como le llamaban en ese entonces a los prototipos- que combinaba extrañas líneas fast back en su trasera con un radical frontal ‘dientón’ y un habitáculo sin poste B. Casi como si el Corvette se convirtiera en un coche de 5 pasajeros.


Aunque ese fue el origen del nombre, inspirado obviamente en el ágil antílope homónimo, el conceptual no tuvo nada que ver con el auto de producción que primero lo utilizó: una versión ‘tope de gama’ del rediseñado Bel Air de 1958, que pertenecía a una serie de modelos conmemorativos de los 50 años de General Motors, uno por cada una de sus marcas: Buick Roadmaster Riviera, Cadillac Eldorado Seville, Oldsmobile Super 88 Holiday, Pontiac Bonneville Catalina, y el Chevrolet Bel-Air Impala, que como buena versión especial, era más grande y estilizado que el Bel Air regular del marco del parabrisas hacia atrás.


Los Chevrolet de 1958, no solamente el Impala, 
estrenaron un nuevo tipo de chasis en forma de X, que permitía montar los elementos de la suspensión más hacia arriba, permitiendo una altura al piso más baja y un habitáculo más espacioso. A pesar de ser una versión celebratoria y lujosa, el Impala no era de producción limitada, y sus ventas representaron más del 15% de los Chevrolet comercializados en 1958, por lo que en un solo año, el nombre se volvió bien conocido entre la gente, lo que propició que Chevrolet lo adoptara para denotar al tope de su gama, compuesta por el Del Ray, Biscayne y Bel Air, durante los años por venir.

Comentarios

Entradas populares de este blog

CREANDO CULTURA

TOMANDO VUELO